Cuando se habla de graffiti, inmediatamente se piensa en los muros pintarrajeados de nuestras ciudades, y de hecho todavía hay muchos artistas autodenominados que, para dejar huella, pintarrajean la primera pared que encuentran, a menudo en detrimento de superficies antiguas que difícilmente recuperarán su aspecto original.
La libertad de expresión artística es sagrada, pero el artista debe elegir los lugares adecuados y respetar el espacio colectivo. Hoy también es posible hacer arte callejero con una nueva conciencia y optar por hacer una contribución positiva con la propia obra y eligiendo materiales que no dejen huella con el paso del tiempo.
Es el caso del artista Cheone, artista callejero de fama internacional que desde hace años ha optado por convertir su obra en una herramienta de revalorización.
Fabbri 1905 quiso donar una obra a su barrio, Borgo Panigale, encargando al artista la interpretación del edificio de Via della Pietra. Cheone ha creado un cuento poético: la Madre Naturaleza regala a la ciudad la abundancia de una historia, entre el fiel realismo y la imaginación, haciendo protagonistas a las flores, Amarena Fabbri, las abejas y las mariposas.
Pero no es sólo arte
Para Fabbri 1905, la relación con elmedio ambiente siempre ha sido algo natural, y por eso la empresa se comprometió a cubrir la superficie con un innovador producto protector de tecnología italiana: Airlite Hystoriqa que, además de proteger la obra, es capaz de purificar el aire de contaminantes como los óxidos de nitrógeno (NOx).
Moville documentó todo el proceso de creación realizando el vídeo Fabbri per l’Arte e la Street Art.